DAVID ROMEO
¿QUIEN SOY?
Soy un joven oscense, que desde bien pequeño mi vida se ha visto rodeada de hostelería. Ya mi padre antes de yo nacer llevaba unos cuantos sitios trabajados. Aunque él siempre trabajaba de camarero.
Desde que tengo memoria siempre me acuerdo de que ambos trabajaban en un hotel, y yo me pasaba gran parte del día, mientras hacia las tareas del colegio, viendo como los camareros preparaban los cafés, refrescos, ponían cerveza ya fuese en tubo, caña o jarra, los cubatas, las copas de vino. Me fijaba en la forma en que decantaban las botellas y caía el líquido según pedía el cliente. Como lo servían estos a las mesas, tanto las bebidas como los platos que sacaban de la cocina. Así me podía pasar horas y horas...
Siempre que me preguntaban o me ponía a pensar en que quería ser de mayor, me imaginaba vestido con un hermoso esmoquin, con una bandeja de color plata sirviendo bebidas y platos de comida a los clientes, y entablando conversaciones con ellos.
Fui creciendo y creciendo con ese sueño en mente, aun sin saber si se haría realidad. Cuando hablaba de mi sueño con mis padres o amigos de ellos, que también trabajaban en el sector de la hostelería, siempre me decían: "mira que es un trabajo duro", "no sabes dónde te quieres meter", "tu estudia y déjate de sueños", y muchos comentarios negativos de cara al sector.
Cuando acabe mi época de estudios básicos, por todos los comentarios que me decía la gente empecé mi vida laboral en un sitio que no tenía nada que ver con ello, empecé en una ferretería como mozo de almacén, aunque al tiempo por no encontrarme a gusto en la empresa, decidí cambiar de trabajo y entre en una tienda de alimentación a cubrir una baja de maternidad, no era sector hostelero pero se acercaba ya que estaba con alimentos. Ahí me mantuve por un tiempo hasta que volvió la persona y tuvieron que prescindir de mí. Ahí me encontraba con los estudios básicos sin ninguna complementación y sin trabajo, estuve buscando aunque no me corría mucha prisa trabajar. Hasta que a los meses recibí la proposición de un buen amigo mío y de mis padres, que por mucho tiempo había trabajado de cocinero. La proposición consistía en trabajar de camarero, estaba montando un restaurante y quería que alguien de confianza estuviera de camarero, ya que él iba a estar en la cocina. No se trataba de un trabajo con las características que yo había soñado, puesto que no había esmoquin, pero me acercaba a lograr mi sueño.
Aun sabiendo muy poco de camarero, solo lo poco que había aprendido de fijarme de pequeño en los camareros. Él había puesto su confianza en mí, y con su ayuda y mi facilidad de aprendizaje me tuve que quedar con los precios de todo, y la forma de servir cada cosa en el transcurso de dos días que quedaban para la apertura del restaurante.
Con el transcurso de los días veía que me sentía muy bien trabajando de ello. También que tenían razón en algún comentario que me habían dicho de pequeño sí que es duro, pero también es recompensado. También veía algo que no me gustaba todas las felicitaciones que me daban eran para el jefe, a mí solo me daban las gracias y propinas que se dividían luego para los dos. No sabía cuál era la razón de la felicitaciones al cocinero, hasta que decidí fijarme en la gente, divisaba que cuando ponía la bebida me daban las gracias, la probaban y sus rostros no cambiaban. Pero a la hora de servir la comida me daban las gracias de nuevo, la probaban y su rostro cambiaba, se convertían como en más felices y a la hora de recoger los platos de nuevo la felicitación para el cocinero. Así fue donde me fije en que un buen cocinero puede hacer feliz a mucha gente con preparar una buena comida. Ahí fue cuando decidí cambiar de sueño y ser cocinero.
Él mismo jefe fue quien me fue dando inicios básicos para mi preparación y con el tiempo, después de cerrar el restaurante, incluso me consiguió un puesto de ayudante de cocina en un hostal, donde él era el jefe de cocina. Aprendí mucho y ya sabía que desde pequeño había estado equivocado.
Mi sueño es ser cocinero y hacer feliz a la gente.
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